
La fotografía, como cualquier otra profesión, está delineada por ciertos parámetros que son inherentes a la actividad misma, es decir le competen a ella particularmente.
Estos parámetros se erigen como pilares fundamentales de la profesión ya que sustentan su desarrollo, actualización y crecimiento constante.
Entendemos como Fotografía Profesional a aquella que se realiza por encargo de un tercero, donde el fotógrafo es contratado para realizar una cierta cantidad de fotos de un evento o producto, ya sea en relación de dependencia de un medio gráfico (diario, revista) o como free-lance (independiente). Es decir, cuando se toman fotografías como parte de un acto de comercio, con el fin de recibir a cambio de ellas una compensación económica. Por lo tanto, el trabajo del Fotógrafo Profesional se entiende como un Servicio prestado, obviamente, a cambio de una remuneración.
En contraposición se encuentra el fotógrafo aficionado, que es aquel que toma fotografías por hobby o para documentar acontecimientos familiares, sin esperar a cambio remuneración alguna.
Aún así, el sólo hecho de cobrar por las fotografías que hacemos, no nos convierte en profesionales en todo el sentido de la palabra. Hay algunas pautas que nos pueden permitir medir hasta cierto punto, cómo nos estamos desempeñando...
* LA FIDELIDAD QUE LOGREMOS DE PARTE DEL CLIENTE.
* EL PRECIO QUE PODAMOS LLEGAR A COBRAR POR NUESTRO TRABAJO.
* LA FAMA O PRESTIGIO QUE OBTENGAMOS EN NUESTRA ZONA DE INFLUENCIA.
CAPACITARSE – EQUIPARSE - PROFESIONALIZARSE
Estos tres pilares son fundamentales en nuestra profesión:
CAPACITACIÓN:
Nadie duda que, con las nuevas tecnologías que van aportando al desarrollo de la imagen en nuestros días, se hace imprescindible la capacitación, ya que aprender a manejar esas tecnologías nos va a permitir mejorar la calidad de nuestras fotos y optimizar nuestro trabajo.
Pero esta capacitación también debe darse en otras áreas como ser la técnica fotográfica, tan dejada de lado por los automatismos de las cámaras modernas, como si se pudiera reem-plazar el criterio del profesional para decidir el resultado al que quiere arribar y por lo tanto
la regulación de su cámara. Relación diafragma-obturador, distancia focal, hiperfocal, profun-didad de campo, regla del cuadrado inverso, esquemas y técnicas de iluminación natural o artificial, laboratorio, etc. son los conocimientos básicos con que cuenta el fotógrafo para desempeñarse y, más allá que decida trabajar con automatismos, un verdadero profesional no puede ignorar sobre qué parámetros funcionan éstos.
Tampoco debemos olvidarnos que la Fotografía tiene componentes artísticos y comunicacionales, por lo tanto el fotógrafo también tiene que desarrollarse en cuanto a estética, composición, morfología, comunicación, interpretación, buen gusto, cultura general, Historia de la Fotografía y todo aquello que pueda aportarle calidad a su trabajo.
EQUIPAMIENTO
Otro pilar de la fotografía profesional es contar con equipo que facilite, agilice y permita mejorar nuestro trabajo. En definitiva, que no nos veamos limitados en lo que queremos hacer porque el equipo no nos lo permite.
Las cámaras digitales hoy nos dan la posibilidad de tener imágenes de muy buena calidad técnica y a la vez desarrollar ideas creativas a través de la computadora, generando imágenes con estéticas muy particulares que distingan el estilo de cada profesional.
Uno de las elementos fundamentales para alcanzar esa buena calidad de imagen está dado por los objetivos, hoy en día podemos ver una gran cantidad y variedad de lentes que pueden satisfacer nuestras necesidades, lo importante es saber cuál necesito de acuerdo al trabajo que desarrollo habitualmente.
La iluminación juega un rol fundamental en la fotografía y que podamos tener el control de la misma es prioritario. Por eso, es necesario equiparnos con flashes de mano y de estudio y con todo los accesorios que nos permitan aprovecharlos y dominarlos al máximo: pies, sombrillas, cajas de luz (softbox), disparadores de radiocontrol, trípodes, grips, etc. Todos estos elementos nos permitirán iluminar y modelar con la luz.
PROFESIONALIZARSE
Es una exigencia del mercado actual de la cual los fotógrafos no estamos exentos. El profesionalizarse no sólo pasa por saber mucho y poder aplicarlo, pasa también por nuestra imagen personal, nuestra presentación, nuestras técnicas para promocionarnos, nuestra capacidad para tratar con la gente, la puntualidad, el compromiso, la dedicación...
Sin duda para que todos elementos puedan darse, es necesario que la remuneración sea digna, y aquí hay un círculo que debemos cerrar:
CUANTO MÁS NOS PROFESIONALICEMOS, MÁS PODREMOS COBRAR POR NUESTRO TRABAJO.
CUANTO MÁS COBREMOS, MÁS PODREMOS REINVERTIR EN PROFESIONALIZARNOS.
Depende de nosotros, que estos estándares de calidad y profesionalismo se mantengan, para poder cobrar por nuestro trabajo lo que realmente vale y tener margen, no sólo para vivir como corresponde, sino también para equiparnos, capacitarnos y seguir creciendo, pudiendo de esta manera hacer que se cumpla la "Ley de las 3R"... lograr que nuestra profesión sea:
RECONOCIDA - RESPETADA - RENTABLE
Hasta la próxima
Gustavo Pomar